Bloqueo nervioso evita necesidad de opioides en cirugía de paladar hendido

El uso de un bloqueo nervioso previo a la cirugía para reparar el paladar hendido podría disminuir de forma importante, o incluso evitar, la necesidad de administrar opioides a los lactantes para el control del dolor después del procedimiento, de acuerdo con un estudio reciente.

Según lo reportado por investigadores en el Journal of Craniofacial Surgery, la aplicación de un bloqueo en el nervio encargado de la sensibilidad del paladar, el maxilar superior y el labio superior permite controlar el dolor durante la intervención quirúrgica y reducirlo de manera notable en el periodo posterior.

“Nuestro trabajo presenta resultados iniciales alentadores que indican que el bloqueo supracigomático del nervio maxilar podría disminuir el uso de opioides en el periodo perioperatorio en cirugías pediátricas de hendidura primaria, en especial durante el cierre del paladar hendido”, señaló el Dr. Rutger Schols, autor principal del estudio y cirujano plástico del Hospital Infantil MosaKids, en los Países Bajos.

En Estados Unidos, aproximadamente uno de cada 1,600 recién nacidos presenta paladar hendido, una malformación en la que el techo de la boca no se cierra completamente durante el desarrollo fetal.

La corrección quirúrgica temprana, que suele realizarse entre los 6 y 12 meses de edad, es fundamental para favorecer un desarrollo adecuado del habla, la deglución y la respiración.

Tradicionalmente, los opioides se utilizan para aliviar el dolor tras este tipo de cirugías, pero su empleo en lactantes se asocia con efectos adversos como náuseas, vómitos, estreñimiento y depresión respiratoria, indicaron los investigadores.

En este estudio, el equipo evaluó la eficacia del bloqueo nervioso en el control del dolor en 10 bebés sometidos a cirugía de paladar hendido, con una edad promedio de 7 meses.

Los resultados mostraron que la dosis media de morfina administrada después de la cirugía fue de solo 0.1 miligramos en el grupo que recibió el bloqueo nervioso, frente a 0.75 miligramos en otro grupo de 10 lactantes operados sin este procedimiento.

Además, siete de los diez bebés tratados con el bloqueo no requirieron morfina y lograron controlar el dolor únicamente con analgésicos no opioides.

Los lactantes que recibieron el bloqueo nervioso también permanecieron ligeramente menos tiempo hospitalizados, con un alta promedio a los dos días, en comparación con los dos días y medio de estancia en aquellos que no recibieron el bloqueo.

No obstante, los autores subrayaron que se trata de un estudio con una muestra reducida y sin asignación aleatoria de los pacientes a los distintos grupos, por lo que son necesarios ensayos clínicos más amplios para confirmar estos resultados.

“Al analizar esta estrategia dirigida, buscamos contribuir al desarrollo de protocolos estandarizados para el manejo del dolor perioperatorio, con el objetivo de mejorar la recuperación y acortar la estancia hospitalaria en esta población pediátrica particularmente vulnerable”, concluyeron los investigadores.

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