Investigación médica en México: motor de innovación real

La investigación clínica en México dejó de ser una expectativa a largo plazo y hoy se ha consolidado como un componente clave del sistema de salud, además de funcionar como un vínculo directo hacia tratamientos más eficaces y centrados en las personas.

En una entrevista exclusiva, la Dra. Brenda Salinas, directora médica de AbbVie México, explica cómo se conforma el ecosistema de investigación científica en el país, los desafíos que enfrenta y su impacto tangible en la calidad de vida de los pacientes. Desde ensayos clínicos hasta estudios sobre carga de enfermedad, su perspectiva apunta a una medicina más cercana, accesible y respaldada por evidencia sólida.

¿Qué es la investigación clínica y cómo beneficia a los pacientes?

La investigación clínica no es una idea lejana ni exclusiva de naciones desarrolladas. Se trata del proceso mediante el cual se analizan terapias innovadoras, se comprueba la efectividad de tratamientos y se documenta la experiencia real de los pacientes en su propio contexto.

“Los estudios clínicos pueden adoptar distintas modalidades”, señala la Dra. Salinas. “Algunos evalúan medicamentos en fases 2 o 3, mientras que otros buscan entender cómo una enfermedad impacta en la vida cotidiana del paciente mexicano”.

Estos estudios están estrictamente regulados y exigen evaluaciones detalladas en centros especializados antes de aceptar a los participantes. Su finalidad no es solo confirmar la seguridad y eficacia de nuevas terapias, sino también dar visibilidad a las necesidades reales de personas que viven con padecimientos crónicos como migraña, psoriasis o artritis reumatoide.

¿Cómo participar en un estudio clínico en México?

A diferencia de la creencia común, no se requieren influencias ni contactos especiales para integrarse a un estudio clínico. Existen centros de investigación, tanto públicos como privados, que publican convocatorias abiertas cuando necesitan reclutar pacientes con determinadas condiciones de salud.

“El investigador principal es quien determina si el candidato cumple con los criterios de inclusión”, aclara la Dra. Salinas. “El proceso no es aleatorio ni peligroso cuando se realiza bajo supervisión adecuada”.

Además, no todos los estudios implican el uso de medicamentos. Algunos se enfocan en encuestas, entrevistas o evaluaciones psicológicas que permiten medir el impacto físico, emocional y económico de distintas enfermedades en la población mexicana. Esta información resulta clave para orientar futuras políticas de salud.

¿Qué enfermedades se investigan con mayor frecuencia en México y por qué es relevante?

AbbVie, junto con otras compañías farmacéuticas, ha priorizado áreas como reumatología, gastroenterología, oncología y neurociencias. En particular, las investigaciones sobre migraña, dermatitis atópica y enfermedades autoinmunes han evidenciado cómo el contexto mexicano influye en la forma en que estas condiciones afectan a los pacientes.

“Nuestra meta no es únicamente comprobar medicamentos”, afirma la Dra. Salinas, “sino entender el entorno social, cultural y económico en el que vive el paciente en México”.

De forma complementaria, AbbVie impulsa iniciativas educativas para capacitar a médicos mexicanos y fortalecer su participación como investigadores líderes. En la edición más reciente, estos programas incluyeron especialistas de diversas regiones del país, no solo de la Ciudad de México.

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