México: 23% del presupuesto federal se destina a pensiones fragmentadas

La fragmentación de los sistemas de pensiones en México genera desigualdades extremas y presión insostenible sobre las finanzas públicas, consumiendo una parte vital del presupuesto.

Más de mil esquemas diferentes de pensiones en México, públicos y privados, consumen 23% del presupuesto federal y presentan una descapitalización generalizada, revelan datos oficiales y estudios del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Esta fragmentación genera brechas abismales en los montos recibidos por los jubilados, mientras una parte importante de los sistemas estatales y universitarios enfrentan quiebra técnica.

Sistemas fragmentados y gasto en ascenso

Los sistemas de pensiones en México se dividen principalmente en esquemas de reparto (Ley 73) y de cuentas individuales (Ley 97), además de la Pensión para el Bienestar, de carácter no contributivo. Esta estructura abarca desde los trabajadores del sector privado (IMSS) hasta los empleados del Estado (Issste), Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y decenas de esquemas estatales, municipales y universitarios.

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gasto federal en pensiones se ha cuadruplicado en una década, pasando de 589 mil 238 millones de pesos en 2015 a 2 billones 139 mil millones de pesos en 2025. Este rubro ahora equivale a casi una cuarta parte del gasto programable del gobierno federal.

Desigualdades extremas entre pensionados

Los datos oficiales exponen diferencias dramáticas. Mientras un jubilado de la CFE recibe un promedio de 961,365 pesos anuales, un adulto mayor beneficiario de la Pensión Mujeres con Bienestar obtiene 19,278 pesos al año, una diferencia de 50 veces. Por su parte, los pensionados del Issste perciben 279,982 pesos anuales en promedio, y los del IMSS, 179,609 pesos.

Alejandra Macías Sánchez, directora del CIEP, señala que la falta de un sistema homologado profundiza estas desigualdades. "México carece de un sistema con requisitos y beneficios uniformes, donde las pensiones de CFE y Pemex son muy altas, mientras los apoyos gubernamentales resultan insuficientes", afirmó.

Universidades y estados al borde de la quiebra técnica

La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) ha alertado que más de la mitad de los sistemas estatales y universitarios públicos están en quiebra técnica. Según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), existe un pasivo de 496,392 millones de pesos solo en 28 universidades públicas, derivado de sistemas insostenibles.

Un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) advierte la ausencia de una regulación general, donde cada institución desarrolló su propio esquema, generando problemas financieros severos. Recientemente, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym) propuso elevar la edad de jubilación de 62 a 65 años para hacer frente a su crisis, dado que su número de pensionados creció 547% entre 2000 y 2025.

Urge un diálogo para la equidad

Para Gustavo Leal Fernández, experto en seguridad social de la UAM, ajustes como el del Estado de México son "tibios" y no abordan el problema de fondo. El académico enfatizó que se ignoran opciones como repartir cargas intergeneracionalmente y señaló que urge un diálogo social sin imposiciones para lograr un sistema equitativo y solidario que garantice el bienestar de las futuras generaciones de pensionados.

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