Piedras Negras y el costo colateral de una frontera endurecida en 2025
Esta frontera se convirtió en un ejemplo claro de cómo la seguridad extrema genera costos sociales yeconómicos que, aunque no siempre visibles, dejan huellas bastante profundas en la región.
El año 2025 significó un punto de inflexión para la dinámica fronteriza de Piedras Negras, Coahuila. Las políticas migratorias, comerciales y aduanales endurecidas desde Estados Unidos bajo una lógica de seguridad reforzada generaron efectos inmediatos y profundos en la vida económica y social de la ciudad. Aunque las medidas lograron una reducción histórica del flujo migratorio irregular, los impactos colaterales se reflejaron en la economía local, el turismo y el bienestar de cientos de familias fronterizas.
Migración. Las cifras marcaron un cambio sin precedentes.
De acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en noviembre de 2025 se registraron alrededor de 30 mil 375 encuentros de migrantes en toda la frontera sur de Estados Unidos, lo que representó una disminución cercana al 92 porciento en comparación con años anteriores. Durante al menos siete meses consecutivos no se liberó a ningún migrante detenido hacia el interior del país, una situación inédita en décadas. Para Piedras Negras, esto alivió la presión sobre albergues y servicios públicos, pero también eliminó un flujo humano que sostenía de manera indirecta a diversos sectores económicos.
El endurecimiento migratorio se reforzó con la reactivación del programa “Remain in Mexico”, que obligó a solicitantes de asilo a esperar sus procesos en territorio mexicano, así como con revisiones fronterizas más estrictas y restricciones de viaje. Estas medidas no solo afectaron a migrantes, sino también a turistas, paisanos y ciudadanos estadounidenses que tradicionalmente cruzaban hacia México. Comerciantes locales reportaron una disminución significativa en el cruce de visitantes, especialmente durante fines de semana y temporadas vacacionales, impactando directamente a restaurantes, hoteles y negocios del primer cuadro de la ciudad.
Aranceles. A este escenario se sumó el impacto de las políticas arancelarias.
Durante 2025, la amenaza y posterior aplicación de aranceles de hasta 25 porciento a productos mexicanos destinados al mercado estadounidense provocó cancelaciones y retrasos en envíos. En cuestión de días, transportistas y agentes de comercio reportaron pérdidas económicas considerables. En Piedras Negras, la incertidumbre comercial llevó a empresas a frenar inversiones, ajustar planes de expansión y operar con mayor cautela. El golpe más severo se sintió en la industria maquiladora y en empresas proveedoras altamente dependientes del mercado estadounidense. A lo largo del año, varias plantas implementaron recortes de personal, reducciones de turnos y, en algunos casos, cierres definitivos. Cada cierre representó no solo la pérdida de empleos directos, sino un efecto en cadena sobre servicios de transporte, alimentos y comercio local, afectando la estabilidad de numerosas familias en mención.
Costos. El impacto también se reflejó en el costo de vida.
La volatilidad del tipo de cambio y el encarecimiento de productos importados redujeron el poder adquisitivo delos habitantes. En una ciudad fronteriza donde gran parte del consumo depende de mercancía estadounidense, los incrementos de precios golpearon con mayor fuerza a los sectores de ingresos medios y bajos.
Balance 2025.
Evidenció quela reducción del flujo migratorio irregular tuvo un alto costo para la economía fronteriza. La caída del turismo, la contracción del comercio, los recortes laborales y la incertidumbre aduanal demostraron que una frontera rígida, sin una estrategia económica integral, termina afectando directamente a las comunidades que dependen de la integración binacional. Piedras Negras resintió así las consecuencias de decisiones externas.
Noticias del tema