Una nueva investigación explica por qué los niños se distraen fácilmente

Los niños suelen saltar de una actividad a otra, incluso cuando se espera que mantengan la concentración, pero un estudio reciente indica que este comportamiento no se debe únicamente a la curiosidad.

Según los investigadores, la memoria de trabajo infantil aún no está lo suficientemente madura como para permitirles enfocarse en una única tarea. Para comprobarlo, los científicos hicieron que adultos realizaran una actividad bajo condiciones que imitaban la capacidad cognitiva de un niño.

Un equipo de la Universidad Estatal de Ohio observó que, cuando la memoria de trabajo se satura, la atención se dispersa y los adultos comienzan a comportarse de manera similar a los niños pequeños.

“Hicimos más difícil para los adultos concentrarse llenando su memoria de trabajo con información irrelevante para la tarea principal”, señaló Vladimir Sloutsky, coautor del estudio y profesor de psicología. “Y al hacerlo, los adultos empezaron a explorar en exceso y a dividir su atención tal como lo hacen los niños”.

El estudio, publicado esta semana en Journal of Experimental Psychology: General, incluyó a 40 niños de 5 años y a 71 adultos.

Los participantes jugaron un videojuego en el que debían recolectar caramelos virtuales de cuatro criaturas animadas. Cada una de ellas siempre entregaba la misma cantidad de dulces: 1, 2, 3 o 10.

Sin embargo, al inicio nadie conocía estos patrones, por lo que parte del reto consistía en descubrir cuál criatura ofrecía la mejor recompensa.

A un grupo de adultos también se le asignó una tarea adicional que ocupaba su memoria de trabajo: observar una secuencia de números y avisar cuando aparecían dos impares consecutivos. Esta carga cognitiva dificultó que mantuvieran la concentración en el juego principal.

Todos lograron identificar qué criatura daba más dulces, pero los adultos con la memoria saturada seguían cambiando de opción, en lugar de quedarse con la más beneficiosa, tal como lo hacían los niños.

“En ellos observamos la misma dispersión de la atención, incluso cuando eran capaces de realizar la tarea con precisión”, explicó la autora principal, Qianqian Wan, quien realizó el estudio durante su doctorado en Ohio State y ahora es investigadora posdoctoral en la Universidad de California-Davis.

Los resultados indican que lo que parece distracción infantil puede deberse a un cerebro aún en desarrollo y que, incluso, podría facilitar un aprendizaje más flexible que el de los adultos.

“Estos descubrimientos podrían impulsar métodos de enseñanza que aprovechen, en vez de frenar, la forma natural en que los niños pequeños aprenden”, añadió Wan.

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